Lidiar con brotes constantes o esporádicos puede ser muy desgastante. Si tienes una piel que reacciona fácilmente o que presenta granitos con frecuencia, saber identificar su tipo y cómo tratarla correctamente es el primer paso para mantenerla equilibrada y con mejor aspecto.
Aquí te contamos las diferencias entre una piel con tendencia a las imperfecciones y otra propensa al acné, los factores que suelen empeorar la situación y algunas recomendaciones prácticas para cuidarla en el día a día. Con los productos y hábitos adecuados, es posible reducir los brotes y sentirte más a gusto con tu piel.
¿Es lo mismo tener piel con imperfecciones que piel con tendencia al acné?
Aunque muchas veces se usan como sinónimos, no son exactamente lo mismo. Ambas hacen referencia a una piel que tiende a presentar brotes, pero hay matices importantes. Para entender mejor la diferencia, es útil saber qué es el acné:
- La piel con tendencia al acné suele presentar brotes de manera más frecuente y persistente. Esto se debe a factores como el exceso de grasa, los cambios hormonales o la presencia de bacterias que obstruyen los poros y generan inflamación.
- La piel con imperfecciones, en cambio, tiende a presentar puntos negros, espinillas o textura desigual de forma más ocasional, sin llegar a cuadros inflamatorios constantes.a
*Fuente: C.C. Zouboulis, Hautarzt 2014 65: 733-750
¿En qué partes del cuerpo suele salir el acné?

Pero el acné no solo afecta la piel: también puede impactar la forma en la que te sientes contigo mismo. Cuando los brotes son persistentes o visibles, pueden generar inseguridad, estrés y malestar emocional. Por eso, si notas que el acné está afectando tu calidad de vida, lo más recomendable es consultar con un dermatólogo.
Hoy en día existen muchas opciones de tratamiento que pueden ayudarte a controlar los brotes y prevenir complicaciones como manchas oscuras o cicatrices. Actuar a tiempo marca una gran diferencia.
Acné vs rosácea
A diferencia del acné, la rosácea requiere un tratamiento específico y distinto. Si no estás seguro si lo que tienes es acné o rosácea, lo más recomendable es acudir con tu médico.
Tipos de imperfecciones en la piel

Así como existen diferentes tipos de acné, también hay distintos tipos de imperfecciones. El término ""imperfección"" suele usarse cuando se trata de algo pasajero (como los puntos negros o blancos), mientras que ""mancha"" hace referencia a algo más duradero (como las manchas por edad o por el sol).
A continuación, te explicamos algunos de los términos más comunes:
- Punto negro (o comedón abierto): pequeña imperfección oscura y plana que aparece cuando una glándula sebácea se obstruye. Su color se debe a la oxidación del sebo al entrar en contacto con el aire, no a la suciedad.
- Punto blanco (o comedón cerrado): imperfección redondeada y elevada, con una capa blanca en la superficie. También es resultado de una glándula sebácea obstruida. Es un tipo de granito.
- Grano: imperfección inflamada (elevada y enrojecida), que suele contener pus y provocar dolor. Es el término más usado de forma general para referirse a cualquier tipo de brote: comedones, pápulas o pústulas.
- Pápula: lesión sólida y elevada en la piel, sin presencia de pus. Se trata de un grano inflamado.
- Pústula: cuando un punto blanco o un grano se agranda y empeora, se convierte en una pústula. Es un grano inflamado con pus.
- Nódulo: lesión dura causada por acné que se encuentra en capas profundas de la piel. Suele aparecer en zonas más amplias como la espalda o los hombros.
- Quiste: lesión blanda, con pus, ubicada también en zonas profundas de la piel. Se forma cuando la pared del folículo se rompe en etapas avanzadas de inflamación.
¿Cuáles son algunas causas y factores que desencadenan el acné?
Genética
Nuestra carga genética influye directamente en el tipo de piel que tenemos. Algunas personas tienden a tener una piel más reactiva, con mayor predisposición a la inflamación, las imperfecciones y el acné. Si tus padres tuvieron acné, es más probable que tú también desarrolles esta condición.
Hormonas
El acné tiene una fuerte relación con el sistema hormonal. Las hormonas regulan el funcionamiento de las glándulas sebáceas y estimulan la producción de sebo. Cuando esta producción se eleva, puede aparecer acné.
Durante la adolescencia, el aumento de hormonas es una de las principales razones por las que el acné es tan común en esa etapa. Sin embargo, los cambios hormonales continúan afectando a hombres y mujeres en distintas fases de la vida.
En mujeres, por ejemplo, es frecuente que se presenten brotes antes o durante el periodo menstrual, incluso en los 20 o 30 años. Cuando el acné aparece en esta etapa se le conoce como acné tardío (Acné Tarda).
Medicamentos
Ciertos medicamentos pueden provocar acné como efecto secundario. Algunos ejemplos son los antidepresivos, anticonvulsivos, esteroides y el litio. Incluso el uso prolongado de antibióticos puede alterar el equilibrio de la piel y favorecer la aparición de brotes.
Una condición poco común, conocida como Acné Fulminans, puede desarrollarse como consecuencia del uso indebido de esteroides anabólicos, especialmente en personas que practican fisicoculturismo.
Alimentación
Algunos estudios han encontrado una posible relación entre la dieta y la aparición del acné. Dietas con un alto índice glucémico o con alto consumo de lácteos podrían empeorar la condición o favorecer nuevos brotes.
Estrés

El estrés puede alterar el equilibrio hormonal del cuerpo, lo que estimula la producción de sebo y puede agravar el acné.
Tabaquismo
Las investigaciones indican que fumar agrava el acné al causar estrés oxidativo en la piel y alterar la composición del sebo*.
*B. Capitanio et al, British Journal of Dermatology 2007, ed. 157, pp. 1040-1085
Cuidado inadecuado de la piel
Una rutina incorrecta de cuidado facial también puede empeorar la condición de la piel propensa al acné. Usar productos demasiado agresivos o secantes puede dañar la barrera cutánea, haciendo que la piel produzca más grasa para compensar. Ese exceso de sebo puede obstruir los poros y favorecer la aparición de brotes.
Además, los productos comedogénicos (aquellos que tapan los poros) pueden atrapar impurezas, bacterias y células muertas, generando un ambiente propicio para la inflamación y los brotes. Si no se realiza una limpieza adecuada, las imperfecciones pueden empeorar con el tiempo.
Cómo se desarrollan el acné y las imperfecciones
Inflamación

Si el problema persiste, se pasa a una inflamación subaguda, en la que los macrófagos eliminan residuos celulares y ayudan a la reparación del tejido. Finalmente, se manifiesta una inflamación visible, que incluso puede generar efectos sistémicos como fiebre o fatiga, a medida que la respuesta del cuerpo se intensifica.
Factores como los cambios hormonales, la presencia de bacterias o alteraciones en la composición del sebo pueden activar este proceso, haciendo que algunas personas, por predisposición genética u hormonal, sean más propensas a desarrollar inflamación.
Seborrea
El exceso de grasa en la superficie interfiere con el proceso natural de renovación celular (descamación), impidiendo que la piel elimine correctamente las células muertas. Además, la composición de los lípidos presentes en el sebo acumulado dentro de las glándulas puede favorecer aún más la microinflamación.
Hiperqueratosis

Como resultado, estas células se acumulan y bloquean las glándulas sebáceas, lo que provoca una acumulación de sebo. Esta acumulación hace que la pared del folículo se abulte, dando lugar a comedones, comúnmente conocidos como puntos negros o blancos.
Bacterias
Cuando hay un exceso de sebo, se crea un ambiente ideal para que esta bacteria se multiplique. Al hacerlo en las glándulas obstruidas, se produce más inflamación y aparecen lesiones como pápulas y pústulas.
En casos más severos, la pared del folículo puede romperse durante las últimas etapas de la inflamación. Esto libera lípidos, ácidos grasos, células muertas, bacterias y otros restos celulares en la piel circundante, lo que intensifica aún más la inflamación y agrava el acné.
Tratamiento para piel con acné y tendencia a imperfecciones
1. Limpieza

Lava tu rostro dos veces al día con un limpiador suave y no comedogénico, diseñado especialmente para piel con tendencia al acné. Esto ayuda a eliminar el exceso de grasa, la suciedad y el maquillaje sin resecar ni alterar la hidratación natural de la piel.
Eucerin DermoPure Gel Limpiador Facial es un limpiador sin fragancia, libre de jabón y no comedogénico, formulado específicamente para piel propensa a imperfecciones. Contiene un 6% de Ampho-Tensides, agentes limpiadores suaves pero eficaces que eliminan impurezas, maquillaje y sebo sin resecar ni irritar.
Gracias a su fórmula delicada, es ideal para el uso diario, incluso si estás siguiendo un tratamiento dermatológico. También ayuda a prevenir el llamado maskné, es decir, las imperfecciones causadas por el uso prolongado de cubrebocas. Deja la piel con una sensación de frescura y es apto para piel sensible.
2. Exfoliación
Eucerin DermoPure Exfoliante está formulado para piel grasa con impurezas y puntos negros. Contiene ácido láctico y micropartículas que eliminan las células muertas, desobstruyen los poros y reducen las imperfecciones, sin resecar la piel.
Su fórmula no comedogénica deja la piel más suave, con una textura refinada y un aspecto fresco y limpio.
3.Hidratación
Eucerin DermoPure Fluido Facial Matificante ha sido especialmente formulado para las necesidades de la piel grasa y con imperfecciones. Su fórmula ligera proporciona una hidratación efectiva sin dejar sensación grasosa. Contiene Licochalcona A, un ingrediente calmante que ayuda a reducir el enrojecimiento, y ácido salicílico, que ayuda a prevenir la obstrucción de los poros. Además, su acción matificante controla el brillo durante horas, dejando la piel visiblemente más uniforme, suave y confortable.
4. Retinoides tópicos
5. Protección solar
Eucerin Sun Face Oil Control FPS50+ ofrece alta protección solar para piel grasa o con imperfecciones. Su fórmula ligera, de rápida absorción y con efecto matificante, protege sin dejar sensación grasosa ni tapar los poros. Además, contiene ingredientes que regulan el sebo, ayudando a mantener la piel limpia, suave y protegida frente a los rayos UVA/UVB y a prevenir las manchas provocadas por el sol. Lee más sobre cómo elegir un protector solar para piel con tendencia al acné.
6. Alimentación y estilo de vida saludable
Reducir el estrés también es clave: practicar técnicas de relajación como la meditación o mantener una rutina de ejercicio regular puede fortalecer la resistencia natural de tu piel y ayudar a mantenerla en equilibrio.
7. Consulta con un dermatólogo