Signos de envejecimiento – Piel sensible envejecida

A medida que inicia el proceso de envejecimiento, la estructura de la piel comienza a cambiar. Estos cambios se reflejan externamente en la textura y el aspecto.

Debido a la reducción de los niveles de sustancias naturales que le dan a la piel su apariencia firme y joven, pueden aparecer líneas finas y arrugas. A medida que la estructura interna se debilita adicionalmente, puede conducir también a una pérdida de volumen cutáneo o una pérdida de densidad. Además, la piel puede volverse más sensible.

La piel facial sensible puede manifestar diversos signos y síntomas. Puede acompañarse de comezón, tirantez o erupciones cutáneas.

Por otra parte, a partir de los 25 años, los primeros signos del envejecimiento se hacen evidentes en la superficie. Los más visibles son líneas finas y arrugas, la pérdida de volumen y la pérdida de densidad. No obstante, no todos los cambios son visibles. En el caso de la piel sensible envejecida, el cambio más notable es su aspecto.

1. Capas epidérmicas

Una renovación celular más lenta y una reducción en la producción de lípidos en la superficie de la piel se acompañan más probablemente de aspereza y sequedad. A medida que esta capa particular de la piel envejece, se vuelve más sensible a la luz UV. La piel es menos eficiente para curarse a sí misma, y una reducción en la función inmunitaria puede dar lugar a un incremento de infecciones cutáneas, junto con una cicatrización más lenta de las heridas. La piel puede volverse menos flexible y percibirse irritada más frecuentemente.

2. Capas dérmicas
Después de los 25 años se observa una reducción anual del 1% del colágeno, uno de los "ladrillos de construcción" de la piel. Junto con una disminución de la elastina, esto lleva a una desorganización del tejido cutáneo. La estructura de la piel se deteriora, y es más probable la aparición de arrugas. La elasticidad se reduce haciendo que la piel sea más propensa a los daños y a la rotura de capilares. La reducción de la circulación sanguínea significa un suministro menos eficiente de nutrición y oxígeno a la superficie. Esto da lugar a una disminución del brillo rosado propio de la piel joven.

La piel de la cara es particularmente delgada y sensible, lo que la hace más propensa al daño y la irritación inducidos por factores externos. Los procesos de envejecimiento naturales e inevitables, resultan en una reducción de la capacidad de la piel para regular la humedad, regenerarse y protegerse a sí misma. Este es el caso cuando la función de barrera de la piel se deteriora y se agrava por la reducción natural de los niveles de sustancias como el ácido hialurónico, que hidrata las capas cutáneas..

La piel sensible que experimenta un envejecimiento prematuro puede presentar los siguientes síntomas:

• Enrojecimiento
• Sequedad y una textura áspera
• Líneas finas y arrugas
• Sensación de tirantez
• Aumento de la sensibilidad a factores externos

La piel sana contiene sustancias naturales en niveles que mantienen su función correcta. A medida que aparece el envejecimiento de la piel en general, las alteraciones en los niveles de estas sustancias causan cambios en su apariencia y percepción. Una de estas sustancias, la coenzima Q10, actúa dotando de energía a las células cutáneas para mejorar su función regenerativa, de modo que sean capaces de repararse y reestructurarse de manera más eficiente.

El déficit de coenzima Q10 da lugar a una reducción de la capacidad de regeneración celular, haciendo que la piel se vuelva más vulnerable al daño causado por el estrés oxidativo. Esto puede dar lugar a la piel sensible, que muestra signos de envejecimiento prematuro, como líneas finas, arrugas y una textura superficial seca.

Aparte de los inevitables procesos de envejecimiento que aparecen en la piel, incluyendo la disminución de energía celular a medida que la piel envejece, hay cierto número de factores adicionales que pueden contribuir a la piel sensible envejecida.

El estrés oxidativo desempeña un papel importante en las vías biológicas que aceleran el proceso de envejecimiento de la piel. Aparece cuando ciertos factores de estilo de vida y la exposición a sustancias específicas dan como resultado la generación de moléculas volátiles de radicales libres que atacan la estructura celular interna de la piel, haciéndola más débil y más propensa a mostrar signos visibles de envejecimiento prematuro, como arrrugas, pérdida de volumen y pérdida de densidad.

Los factores de estilo de vida que pueden contribuir al estrés oxidativo son los siguientes:

El sol
La exposición sin protección a la luz UV es la causa principal del envejecimiento cutáneo. Además de acelerar la degradación del colágeno, que le da a la piel su estructura, la exposición a los rayos UV puede causar inflamación y quemaduras solares que, a su vez, pueden hacer que la piel sea más sensible.

 

Tabaquismo
La nicotina y los productos químicos tóxicos presentes en los cigarrillos afectan a la salud de las células y dificultan su función eficiente.

Aparte de evitar los factores de estilo de vida descritos, hay cierto número de ingredientes activos para los que se ha demostrado que reducen los signos de la piel sensible envejecida.

• Coenzima Q10
  La coenzima Q10 es una sustancia que se encuentra de forma natural en el cuerpo, que ayuda a las células a convertir los alimentos en energía. Los productos para el cuidado de la piel que contienen la Coenzima Q10 actúan dotando de energía a las células, recargando su potencial regenerativo para hacerlas más fuertes y para que funcionen de manera más eficiente. También poseen potentes propiedades antioxidantes, que proporcionan la capacidad para neutralizar los radicales libres causados por factores ambientales externos. EEstos factores, tales como los rayos UV y la contaminación, contribuyen a la degradación del colágeno y la elastina, y son responsables de los primeros signos de envejecimiento, como líneas finas y arrugas.

• Ácido hialurónico
  El ácido hialurónico es una sustancia que se genera en la piel. Una de sus funciones fundamentales es la retención de humedad, y tiene la capacidad de fijar agua hasta 30 veces su propio peso molecular. A medida que envejecemos, disminuye la capacidad natural de la piel para producir ácido hialurónico, lo que inicia la formación y la profundización de arrugas. Los productos como la línea Eucerin Hyaluron-Filler, que incluyen ácido hialurónico, pueden contribuir a aliviar la sequedad asociada a menudo con la piel sensible envejecida.

• Ceramida-3
  Las ceramidas están presentes de forma natural en las capas más superiores de la piel. Son un tipo de lípidos que forman parte de la barrera esencial de la piel, responsable de mantener la humedad y excluir los irritantes. En condiciones de piel seca, existe a menudo un déficit de ceramidas. La inclusión de ceramidas en productos de para el cuidado de la piel puede ayudar a fortalecer la función de barrera cutánea, calmar la sequedad de la piel y prevenir la irritación.

La piel sensible necesita un cuidado especial, que debe ser muy tolerable y no irritar la piel. La línea Eucerin Q10 ACTIVE muestra una buena tolerabilidad cutánea incluso en la piel muy sensible y, debido a la presencia de la coenzima Q10, posee propiedades antienvejecimiento adicionales.

Es importante tratar suavemente la piel sensible envejecida con una rutina de cuidado facial diaria que no irrite la piel ni agrave los síntomas existentes. La elección de productos limpiadores suaves exentos de colorantes y perfumes artificiales, como en la línea Eucerin DermatoCLEAN, puede contribuir a limitar la sensibilidad.